Tuesday, September 19, 2006

Conclusión

Mientras te pienso todo un rollo me mantiene la cabeza ocupada.-No existe nada más que la incertidumbre. El terrible juego de estar en manos del azar, desnudos, desprotegidos... el vértigo increíble de ser consciente de que estás caminando sobre el vacío.-Precioso, inquietante, angustiante, pero aún así nada, vacío.-Enseguida la mirada se me pierde entre la gente que camina. La ventana de a ratos juega al espejo y no hago otra cosa que huir de esa trampa. Hubiera querido evitarme la molestia de esta escena que casi desde siempre fue perfectamente previsible, pero es cierto, también lo previsible puede causar cierto encanto morboso.(también hay un disfrute sucio en tropezar dos veces-¿mil?-con la misma puta piedra.)-Otra vez me pierdo, me instalo en un terreno donde las palabras son extrañas y densas, pero al fin y al cabo mías.(Del otro lado nada, o casi nada. Acá un dolor oscuro, espeso, intransitable...)- Vuelvo acá. Soy la persona que no debería ser, en el lugar y en el momento equivocado.
Detrás de los cristales todo sigue ocurriendo, a pesar mío, y me recuerda aquello de "cansarse de todo y todo sigue dando vueltas".-En mi cabeza estás vos, frente a mis ojos la ventana. Yo elijo una y mil veces la calle, y entonces, de a poco, por fin me empiezo a sentir bien.-Todo vuelve a su lugar. Todo pierde su sentido. El aire está encantador y agradable.- A partir de hoy, y para siempre, tu infierno ya no logra conmoverme.-