Lazos

Tenía 13 años cuando nos conocimos. Por esas cosas del destino caí en tu grupo . Así empecé a conocer anécdotas tuyas que me contaban con cierta admiración. Me acuerdo que, sin entender del todo por qué, las contaba como si hubiera sido parte de ellas. Era tan avasallante, tan abrumador lo que sentía, que no podía parar de hablar de vos, aunque fuera repitiendo historias que había escuchado ... Después, con el tiempo, entendí todo. Fuiste mi primer amor, ese que no tiene cálculos, ni premeditaciones, ni escudos, ni protecciones, ese de los impulsos, de ir con los ojos cerrados y los brazos abiertos, ese de entregarse sin miramientos ni temores. Fuiste con quien crecí, amé, peleé, lloré, reí, creí y hasta me desilusioné alguna vez.
Muchos años después de esos primeros días me encanta que podamos hablar y reírnos y emocionarnos recordando todo aquello... Siento que en el momento de reencontrarnos-en este tiempo- esas personitas que fuimos se vuelven a mirar por primera vez y entiendo, a pesar de donde estás vos y donde estoy yo hoy, que hay un lugar(en vos, en mí, no se bien donde) que es nuestro (todo nuestro, solo nuestro), y que va a ser así para siempre.